Son muy facilitos de hacer, ideales para comer bien fresquitos y tienen un saborcillo como a torrijas.
Los hice hace un par de fin de semanas y la verdad es que no hay mejor forma de aprender que ver la elaboración hecha por mi madre,jeje.
Pan rallado
2 huevos
azúcar
2 vasos de leche
cáscara de naranja seca
anís en grano
Preparación
Batir los dos huevos, añadir una cucharada de azúcar e ir añadiendo pan rallado hasta que quede una papilla pastosa.
Poner aceite en una sarten y cuando esté caliente, con una cuchara, ir añadiendo montoncitos de masa y freir hasta dorar por ambos lados.
Se quedarán gorditos, pero en cuanto los saques de bajarán (y volverán a engordar con la leche,jeje).
Saldrán unos 14 o 16 más o menos.
Ponemos dos vasos de leche al fuego, añadimos cáscara de naranja seca ( cuando como naranjas las pelo con lo blanco, las dejo secar al aire durante días, para que no amarguen y las utilizo para infusionar), unos granos de anís ( yo los puse en una bolita de infusión para poder quitarlos mejor) y cinco o seis cucharadas de azúcar, al gusto.
Calentamos sin llegar a hervir y añadimos los huevecillos, dejamos templar para a continuación meter en la nevera para que se enfrien.
Servir bien fresquitos y ale a disfrutar¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario